La Promesa de Jesús: El poder de la oración colectiva.

En el evangelio según Mateo, Jesús entrega a sus seguidores una promesa extraordinaria y alentadora.


En Mateo 18:19-20, Jesús declara: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”


Estos versículos encapsulan una verdad profunda sobre el poder de la oración colectiva y la presencia de Jesús en medio de su pueblo.


Vamos a desglosar estos versículos paso a paso para comprender plenamente su significado y relevancia para los creyentes hoy en día.


La Promesa de Respuesta a la Oración en la Unidad


Jesús comienza diciendo: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.”


Aquí, Jesús revela el poder de la oración en comunidad y la promesa de que Dios responde a las peticiones que se hacen en unidad y acuerdo. Este no es un simple deseo; es una garantía divina respaldada por la autoridad de Dios mismo.


La importancia de la unidad en la oración es destacada por Jesús.


Cuando los creyentes se unen en un mismo propósito, en armonía y acuerdo, sus oraciones llevan un peso especial delante de Dios.


Esta unidad refleja el amor y la colaboración entre los seguidores de Cristo, mostrando al mundo el poder transformador del Evangelio.


La Presencia de Jesús en la Comunidad de creyentes.


En el siguiente versículo, Jesús afirma: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”


Aquí, Jesús promete su presencia activa en medio de su pueblo, incluso en los grupos más pequeños.


No se necesita una multitud numerosa para invocar la presencia de Cristo; dondequiera que dos o tres se reúnan en su nombre, él está presente.


Esta declaración subraya la importancia de la comunidad cristiana.


La presencia de Jesús en el medio de la comunidad de creyentes fortalece, consuela y capacita a los seguidores de Cristo en su caminar de fe.


Es en la comunión y el compañerismo mutuo que experimentamos el amor de Cristo de manera más profunda y tangible.


Ahora bien, ¿aplican estos versículos en la actualidad?


Estos versículos siguen siendo tan relevantes hoy como lo fueron cuando Jesús los pronunció por primera vez.


La promesa de respuesta a la oración en la unidad nos llama a buscar la armonía y la colaboración en nuestras relaciones con otros creyentes.


Nos desafía a dejar de lado nuestras diferencias y a unirnos en oración, confiando en la fidelidad de Dios para responder conforme a su voluntad soberana.


Asimismo, la promesa de la presencia de Jesús en medio de su pueblo nos alienta a valorar la comunión y el compañerismo cristiano.


En un mundo lleno de divisiones y soledad, la comunidad de creyentes ofrece un refugio de amor y apoyo mutuo, donde Jesús mismo está presente para consolar, fortalecer y guiar.


¿Qué esperanza nos ofrece Jesús en sus palabras?


Estos versículos nos ofrecen la esperanza de que nunca estamos solos en nuestra caminata de fe.


Dios está presente y activo en nuestras vidas, escuchando nuestras oraciones y obrando en respuesta a ellas.


Jesús promete estar con nosotros en cada paso del camino, fortaleciéndonos con su presencia y respondiendo a nuestras necesidades según su perfecta voluntad.


En resumen, los versículos de Mateo 18:19-20 nos enseñan sobre el poder de la oración en la unidad y la presencia constante de Jesús en la comunidad de creyentes.


Siguen siendo vigentes en la actualidad y nos ofrecen una esperanza inquebrantable en medio de cualquier circunstancia.


Reflexiones adicionales: ¿Qué significa para ti orar en unidad con otros?

¿Has experimentado el poder de la oración conjunta en tu propia vida?

¿De qué manera la promesa de la presencia de Jesús en Mateo 18:19-20 te anima y te fortalece?



 

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