La Ley, la Fe y la Salvación
Primeramente, vamos a poner en
contexto el versículo, para luego continuar.
En Gálatas 3:10, Pablo se dirige
a las iglesias de Galacia, que estaban siendo influenciadas por judaizantes que
insistían en la necesidad de seguir la ley mosaica para ser salvos.
Pablo argumenta que la salvación
no se obtiene por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo.
Ahora bien, vamos a una explicación más profunda del versículo.
“Porque todos los que dependen de
las obras de la ley están bajo maldición”: La ley mosaica es buena y santa,
pero no puede salvarnos.
Intentar alcanzar la justicia por
medio de la ley nos lleva a una maldición, porque es imposible cumplir con
todas sus exigencias a la perfección.
“Escrito está: Maldito todo aquel
que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para
hacerlas”:
Esta cita proviene de
Deuteronomio 27:26. Se refiere a la maldición que recae sobre aquellos que no
cumplen con todos los mandamientos de la ley.
¿Que quiso decir Pablo?
Pablo no está diciendo que la ley
sea mala, sino que la ley no puede salvarnos. La ley nos muestra nuestra
necesidad de un salvador, y nos conduce a Cristo.
La única manera de escapar de la
maldición de la ley es por medio de la fe en Jesucristo, quien murió en la cruz
para pagar por nuestros pecados.
Así mismo nos lo muestran, los siguientes versículos:
Romanos 3:20: “Ya que por
las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque
por medio de la ley es el conocimiento del pecado.”
Romanos 4:5: “pero al que no
obra, sino que cree en aquel que justifica al impío, su fe se le cuenta por
justicia.”
Y en Efesios 2:8-9 dice: “Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
Conclusión:
La ley no puede salvarnos, pero nos muestra nuestra necesidad de un salvador.
La única manera de escapar de la
maldición de la ley es por medio de la fe en Jesucristo.
Aquí les dejaré unas preguntas que son importantes para reflexionar:
¿En qué áreas de tu vida estás
intentando alcanzar la justicia por medio de tus propias obras?
¿Cómo puedes descansar en la
gracia de Dios y aceptar la justicia que te ofrece por medio de Jesucristo?
¿Cómo puedes compartir el mensaje
de la salvación por gracia con otros?
Dios les bendiga hermanos y, recordemos que en nosotros nada somos, pero en Jesucristo somos más que vencedores.
Gracias por leer nuestro
contenido y ser parte de este blog.
como siempre hasta la próxima
entrega.
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